MONUMENTO AL TENIENTE CORONEL TEIJEIRO, 1942
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Teijeiro | Oviedo | política | ley | restauración | destrucción
Fechas atrás, concretamente el 27 de diciembre de 2012, nos enteramos por la prensa que la estatua monumento al coronel teijeiro en Oviedo, había sido retirada para su restauración, retirada que se llevó a cabo con un martillo hidraúlico y tras la cual se depositó la obra en una furgoneta de obras públicas. Ante esta destrucción parcial de la obra nos pusimos en contacto con la concejalía de cultura del Ayuntamiento de Oviedo, que afirmó no saber nada. No es extraño; la siguiente noticia dió la clave, la obra se retira por motivos de memoria histórica a través del departamento de obras públicas y permanece en un almacén municipal.
Posteriormente el partido Foro de Asturias propone su restitución, algo que se logra en un pleno del consistorio. Esto desata reacciones de todo tipo y declaraciones como:
https://www.lne.es/oviedo/2013/05/15/reposicion-estatua-militar-teijeiro-llega-congreso/1412729.html
Esta última noticia me hizo gracia, la verdad. Señor mío ¿ como le va a devolver la obra a su autor cuando lleva muerto más de 50 años? Y lo de Dart Vader, bueno, le concedo que tiene su gracia; ahora resulta que los uniformes de la guerra de las galaxias se inspiran en los del ejército español... en fin.
Por otra parte el llevar el tema al Congreso de los diputados casi me alegra. Quizá alguno movido por la curiosidad, busque en Google o donde sea a Francisco Asorey y así descubra el gran escultor que fue.
La retirada ( y destrucción) de la obra obedece a la ley de memoria histórica, que nuestros políticos no conocen en su totalidad. Esta ley fue aprobada el 27 de diciembre de 2007 y en su artículo 15 recoge textualmente:
1- Las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar de la guerra civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas.
2- Lo previsto en el apartado anterior NO SERÁ DE APLICACIÓN cuando las menciones son de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, O CUANDO CONCURRAN RAZONES ARTÍSTICAS, arquitectónicas o artístico- religiosas protegidas por la ley.
Para qué se insiste y se recurre a esta ley cuando no se conoce y no se cumple?. Lo ideal en estos casos es crear una comisión de cultura para que actúe o por lo menos que se informe; así en este caso sabrían que esta obra NO REPRESENTA AL CORONEL TEIJEIRO, no es su retrato, sino un soldado del ejército español.
La imagen representa como he dicho a un soldado del ejército español con el uniforme reglamentario; el modelo fue el hijo menor de Asorey, José Manuel, que recuerda perfectamente las sesiones con el casco puesto, un casco de fabricación alemana que los soldados españoles usaban.
La figura es muy simétrica y casi rígida, de expresión grave esquemática , sino fuera por el movimiento que le aporta la caida y el plegado de la capa; el eje de simetría es una gran espada clavada en la roca, que forma la cruz a la altura del pecho, al lado de la cual las manos, relajadas y casi dulces, descansan. El rostro es impersonal, es cualquier soldado, son todos los soldados. Este modelo nos recuerda al Monumento al soldado gallego de Coruña, aunque en éste el movimiento está presente gracias a la actitud de la figura y su torsión. Nos recuerda igualmente a la figura del aviador Loriga, otra prueba de obra simétrica con un eje central marcado( en este caso la hélice)
El monumento se completaba con inscripciones y placas que ya han sido retiradas.
En cuanto a si debería restituirse o no a su emplazamiento, no el original puesto que fue trasladado por razones urbanísticas, no me pronunciaré aquí públicamente. Mi opinión sería dar un triunfo para un bando político u otro; no me interesa que una restitución o una retidada sirva para ganar un tanto político, me interesa el arte, y, en el caso de esta obra, su destrucción, lamentablemente. Tengo que decir que no es una obra que me entusiasme, pero hay tantas y tantas que no me gustan de autores reconocidos y cotizados... y no por ello las destruiría, ni a mi ni a nadie en sus cabales se le ocurriría, ni Cultura se lo consentiría.
Por otra parte no es cierto, como ha sido publicado en prensa, que vayamos a Oviedo con un perito, para nada; sólo queremos estar informados, que se vele por la buena conservación de la obra y que se cumpla la ley. El resto será fruto de e-mails e informaciones de ámbito privado que esperamos den sus frutos para que la obra de Asorey no siga sufriendo.
Gracias a tod@s
Carmen Asorey